En un entorno cambiante como el que vivimos, se hace evidente la necesidad evolucionar para diferenciarnos y mejorar nuestros resultados. El conocimiento, las destrezas y habilidades que tiene una persona han sido motivo de investigación en contextos organizacionales y particulares, donde el diseño instruccional ha sido una herramienta valiosa para desarrollar habilidades de todo tipo. Hoy vamos a explorar un poco en qué consiste esta disciplina y cómo puede ayudarte a crear cursos impactantes y efectivos.
Mantener vigentes los conocimientos, habilidades y competencias se ha convertido en un desafío cada vez mayor. En contextos organizacionales, por un lado, la velocidad con que evolucionan los mercados, la tecnología y los negocios conducen a generar cambios en los procesos, que exigen la actualización permanente de saberes y habilidades en los empleados y colaboradores. Por otro lado, la movilidad de las personas hoy en sus cargos y empresas ocurre en períodos de tiempo cortos, ocasionando la pérdida de la expertiz de que quien se marcha.
Las áreas de capacitación, hoy llamadas, formación y desarrollo, o Gestión del conocimiento, entre otras denominaciones, llamadas a entrenar y formar los colaboradores en las empresas, se han visto en la necesidad de aprender de andragogía, para crear experiencias de aprendizaje con formas impactantes de presentar los contenidos y evaluarlos y así justificar la inversión que hacen en el entrenamiento de la gente.
En contextos personales, vemos que las personas que tienen el hábito de desarrollar constantemente sus habilidades y competencias tienen mejores probabilidades de ascender en sus trabajos, mejorar sus emprendimientos, obras, investigaciones o lo que sea desarrollen.
En cualquier caso, necesitamos actualización permanente de nuestros conocimiento y habilidades. Y muchos de nosotros tenemos mucho de ese conocimiento y experiencia que podemos compartir para ayudar a otros a desarrollarse.
Aparece una pregunta muy relevante: ¿cómo diseñar programas de formación o entrenamiento que realmente generen interés, motiven y lleguen a las personas en un paso a paso que les permita aprender?
Recuerdo mi primera experiencia laboral, en la que fui parte del equipo de un área de formación cuyo propósito era entrenar las personas comerciales en los productos que se vendían, la forma como debía hacerse y el marco legal que los cubría.
Fue abrumador tener una cantidad de información diseminada y no saber como comenzar a entregarla.
Hacer intentos de charlas con expertos, y observar que una semana más tarde, las personas habían olvidado lo enseñado, o habíamos olvidado incluir algún tema o procedimiento importante.
En estas experimentaciones conocí la Metodología ADDIE de diseño instruccional, con la que pude organizar contenidos, definir metodologías y materiales enfocados en los objetivos y logrando niveles de aprendizaje y efectividad en los entrenamientos que antes no había obtenido.
¿Qué es diseño instruccional?
El Diseño Instruccional es un proceso sistemático a través del cual se establece aquello que requiere aprender un grupo de personas y qué logrará con ello. Se analiza su contexto y a partir de allí, se estructura una serie de comportamientos necesarios para lograr el objetivo deseado.
Modelo ADDIE de diseño instruccional
Existen varios modelos de diseño instruccional y rescato el modelo ADDIE por su simpleza y profundidad. Consta de cinco pasos y su propósito es crear programas pertinentes, motivadores y efectivos para quienes lo cursan.
La aplicación sistemática de este modelo para el diseño de programas de capacitación o entrenamiento permite que los participantes tengan claridad de lo que van a alcanzar en el curso, con lo que se produce motivación y compromiso por parte de los adultos participantes.
El Modelo ADDIE de diseño instruccional propone una metodología que favorece que los alumnos puedan experimentar y practicar los contenidos del programa, centrándose en el comportamiento y la nueva habilidad que los participantes desarrollarán con el curso.
De esta forma, quienes participan van observando sus propios avances y logros haciendo del aprendizaje paso a paso una vivencia retadora, divertida y pertinente.
El Método ADDIE de diseño instruccional nos facilita trascender las charlas magistrales, explicaciones teóricas y discursos técnicos; hacia la ejemplificación y demostración de la aplicación de los conceptos, para luego facilitar a los alumnos experiencias, simulaciones y observaciones en vivo en las que los estudiantes son los protagonistas, ensayan en cada práctica y avanzan en la incorporación de los nuevos comportamientos y habilidades.
Los pasos sistemáticos que propone el método ADDIE, facilitan que tanto el entrenador como el alumno conozcan su punto de partida y la meta de llegada del curso, desarrollen los contenidos y las metodologías, y a partir de allí, finalmente puedan evaluar el nivel de aprendizaje alcanzado por los participantes, lo cual es también un indicador de efectividad del programa diseñado.
La aplicación de diseño instruccional en organizaciones ha sido una herramienta valiosa para la gestión del conocimiento en cuanto al entrenamiento y transferencia del mismo, facilitando a expertos y entrenadores la tarea de enseñar y a los colabordores y apendices, el proceso de aprendizaje.
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